PROYECTO INMACULADA REILLO
·
La
Inmaculada Concepción de los Venerables
1660 - 1665. Óleo sobre lienzo, 274 x 190 cm
Sala
016 Museo Prado
Murillo
creó una fórmula de gran éxito para la representación de la Inmaculada, con la
Virgen vestida de blanco y
azul, las manos
cruzadas sobre el pecho, pisando la luna y con la mirada dirigida al cielo. Al mismo tiempo le otorga un claro
impulso ascensional que la sitúa en un espacio celestial lleno de luz, nubes y ángeles.
Los símbolos del Apocalipsis son la luna
creciente y el color dorado envolvente,
que simboliza que la Virgen está
vestida del sol.
Atributos
tradicionales de la Virgen: la
torre de David, la fuente sellada o la palmera y el ciprés.
No
expuesto
Figura de medio cuerpo; delante, el creciente de la luna y a los lados, seis serafines.
· Inmaculada Concepción (La Colosal)
Bartolomé Esteban Murillo (Sevilla, 1617 - 1682)Inmaculada Concepción
(La Colosal), hacia 1650
Óleo sobre lienzo, 436
x 297 cm
Desamortización (1840)
Procedencia Convento de San Francisco. Sevilla
Túnica blanca y manto
azul, en composiciones de gran dinamismo,
caracterizadas por un resplandeciente fondo dorado y el acompañamiento de una
gloria de ángeles revoloteando.
·
Inmaculada
(Cobre)
Bartolomé Esteban Murillo (Sevilla, 1617 - 1682)
Inmaculada, hacia
1670-1675
Óleo sobre cobre. 70 x
54 cm.
Adquisición del
Estado, 2013
La Virgen aparece
sobre una masa de nubes, rodeada de querubines y ángeles, coronada por doce
estrellas. Sigue la tradicional iconografía de las Inmaculadas de Murillo:
joven, casi una niña, de largos cabellos, vestida con vaporosa túnica blanca y
manto azul que rodea su brazo y se recoge en el hombro. Los ángeles sostienen
sus atributos: el espejo, la palma, las rosas, las azucenas y la rama de olivo.
ICONOGRAFIA INMACULADA CONCEPCIÓN:
Imagen de una mujer joven vestida
con túnica blanca y con un manto azul sobrepuesto, con las manos juntas o
cruzadas sutilmente sobre el pecho, en un fondo de nubes de tonos dorados y una
cascada de querubines y angelotes.
La imagen de la Virgen rodeada de
los símbolos de la Letanía Lauretana, como el pozo, el huerto cerrado, la
puerta del cielo, el arca de la alianza, el espejo sin mancha, el ciprés (Van Gogh y referencia
a mi cuadro “El día soleado”), la palmera, la rosa de Jericó, la torre…
A esta imagen se le asociará también
la imagen de la mujer del apocalipsis: <<Una gran señal apareció
en el cielo: una Mujer, vestida de sol, con la luna bajo sus pies, y una corona de doce estrellas en su
cabeza>>. De la fusión de estas imágenes surge el modelo de la
Inmaculada que más trascendencia va a tener.
Escrito
de Pacheco en su Arte de la pintura:
Ase de pintar, pues, en este aseadissimo Misterio esta Señora en la flor de su edad de doze a treze años, hermosíssima niña, lindos i graves ojos, nariz i boca perfetissima, i rosadas mexillas, los bellíssimos cabellos tendidos de color de oro, enfin cuanto fuere possible al umano pinzel.
Ase de pintar con tunica blanca, i
manto azul; que assí apareció esta Señora a doña Beatriz de Silva Portuguesa
que se recogió despues en Santo Domingo el Real de Toledo, a fundar la Religión
de la Concepción pursíssima: que confirmó el papa Iulio Segundo año de 1511.
Vestida de Sol, un Sol ovado de ocre i blanco, que cerque toda la imagen unido
dulcemente con el cielo; coronada de estrellas, Doze estrellas compartidas en
un círculo claro entre resplandores, sirviendo de punto la sagrada frente, las
estrellas sobre unas manchas claras formadas al seco de purissimo blanco, que
salga sobre todos los rayos.
Una corona imperial adorne su
cabeça, que no cubra las estrellas. Debaxo de los pies la luna; que aunque es
un globo sólido (tomo lice[n]cia para hazerlo) claro i transparente sobre los
paises, por lo alto más clara i visible la media Luna, con las puntas abaxo.
Adornase con Serafines i con Angeles
enteros que tienen algunos de los atributos. El Dragón, enemigo común, se nos
avia olvidado a quien la Virgen quebró la Cabeça, triunfando del pecado
original I sie[n]pre se nos avia de olvidad. La verdad es que nunca lo pinto de
buena gana, i lo escusaré cuanto pudiere, por no embaraçar mi cuadro con el.
Pero en todo lo dicho tienen licencia los pintores de mejorarse.
La imagen está asimilada a la novia
del Cantar de los Cantares, uno de los libros del Antiguo
Testamento y del Tanaj. Es la sulamita del pseudo Salomón: «Tota
pulchra es, amica mea, et macula originalis non est in te […]» (IV, 7).
Ver Juan de Juanes:
1535. Iglesia San Miguel
Arcángel, Sot de Ferrer. Y otra de colección Banco Santander.
Algunos atributos se toman del Apocalipsis (San Juan
Evangelista):
Apareció en el cielo una señal grande, una mujer
envuelta en el sol, con la luna debajo de sus pies y coronada con doce estrellas. Apocalipsis
12.
Sus otros símbolos han sido popularizados por las
Letanías de la Virgen del santuario italiano de Loreto, conocidas como Letanías
Lauretanas. Se trata de una recopilación de metáforas extraídas,
fundamentalmente, del Cantar de los Cantares y del Antiguo Testamento. Ésta fue
aprobada por Sixto V en 1587.
Aquí se compara a la Virgen con los astros, como el
Sol, la Luna o la Estrella del mar; con árboles y flores, como Jardín cerrado,
Fuente de los jardines, Pozo de agua viva, Olivo, Cedro del Líbano, Lirio que
florece entre espinas, Rosa sin espinas; y otras metáforas como Espejo sin
mancha, Torre de David, Ciudad de Dios, Puerta del cielo…
La
Virgen es llamada Puerta
del Cielo “porque el Señor pasó a través de ella cuando desde el cielo
bajó a la tierra”. Y ve cumplidas en María las palabras proféticas de Ezequiel:
“Este pórtico permanecerá cerrado. No se le abrirá, y nadie pasará por él,
porque por él ha pasado Yahveh, el Dios de Israel. Quedará, pues, cerrado. Pero
el príncipe sí podrá sentarse en él” (Ezequiel 44,2-3).
Los
otros atributos de la Inmaculada están tomados del Apocalipsis (cap. 12). La luna, que nunca se
representa llena, como en la Crucifixión, sino recortada en forma de creciente,
evocaba la castidad de Diana.
Los
cristianos quisieron interpretar el creciente de luna bajo los pies de la
Virgen como un símbolo de la victoria de la cruz sobre la media luna turca.
Se
representa siempre vestida con túnica blanca y manto azul, símbolos de pureza y
eternidad respectivamente, coronada con doce estrellas, la media luna y una serpiente a los pies
simbolizando su dominio sobre el pecado.
Uno de mis repetitivos dibujos es el ángel riñón...
Es
parecido a un feto, a una judía, un haba, un riñón... Y tiene alas...
También
he pintado un cuadrito con mi ángel y unas plumas blancas de paloma (o de mi
ángel de la guarda)…
Paloma de la paz de Picasso.
Con rama de olivo.
Comienzo el proyecto en diciembre de
2024, en un lienzo (regalo del Universo) que mide 60x100cm y es de filo grueso.
Tiene unos tonos dorados que me sirven y aprovecho de fondo, creando unos haces
de luz dorados. Era un cuadro decorativo con unas hojas secas pegadas.
La serpiente y la copa, en mi caso, representan la copa Higia de farmacia (mi carrera). La Inmaculada es la patrona de los farmacéuticos.
Incluyo un ciprés inspirado en mi
cuadro “Día soleado” versión del Ciprés de Van Gogh en la noche estrellada.
He querido representar el busto de la virgen en un modo más realista y el resto más próximo al cubismo y a mi estilo estructuralista.
Materiales utilizados: lienzo de
borde grueso, pintura acrílico y óleo, masilla acrílica, rotulador permanente…
Casi todo el trabajo está realizado
en Mayo de 2025 (mes de la Virgen).
Cuadro acabado para el día de la Inmaculada. 8-12-25
Detalles:










